Gabriel José de la Concordia García Márquez, nació en Aracataca, departamento del Magdalena, Colombia; y murió en Ciudad de México, México, el 17 de abril de 2014. Fué un escritor y periodista colombiano, reconocido principalmente por sus novelas y cuentos, también escribió narrativa de no ficción, discursos, reportajes, críticas cinematográficas y memorias. Fue conocido como Gabo, y familiarmente y por sus amigos como Gabito.
Hijo de Eligio García y Luisa Santiaga Márquez Iguarán; cuando sus padres se enamoraron, el padre de Luisa, el coronel Nicolás Ricardo Márquez Mejía, se opuso a esa relación, pues Gabriel Eligio García, que había llegado a Aracataca como telegrafista, no era el hombre que consideraba más adecuado para su hija, por ser hijo de madre soltera, pertenecer al Partido Conservador Colombiano y ser un mujeriego confeso. Con la intención de separarlos, Luisa fué enviada fuera de la ciudad, pero Gabriel Eligio la cortejó con serenatas de violín, poemas de amor, innumerables cartas y frecuentes mensajes telegráficos. Finalmente, la familia capituló y Luisa consiguió el permiso para casarse con Gabriel Eligio, lo cual sucedió el 11 de junio de 1927 en Santa Marta. La historia y tragicomedia de ese cortejo inspiraría más tarde a su hijo la novela El amor en los tiempos del cólera.
Poco después del nacimiento de Gabriel, su padre se convirtió en farmacéutico y, en enero de 1928, se mudó con Luisa a Barranquilla, dejando a Gabriel en Aracataca al cuidado de sus abuelos maternos. Dado que vivió con ellos durante los primeros años de su vida, recibió una fuerte influencia del coronel Nicolás Márquez, quien de joven mató a Medardo Pacheco en un duelo y tuvo, además de los tres hijos oficiales, otros nueve con distintas madres. El coronel era un liberal veterano de la Guerra de los Mil Días, muy respetado por sus copartidarios y conocido por su negativa a callar sobre la Masacre de las Bananeras, suceso en el que murieron cientos de personas a manos de las Fuerzas Armadas de Colombia durante una huelga de los trabajadores de las bananeras, hecho que García Márquez plasmaría en su obra.
El coronel, a quien Gabriel llamaba Papalelo, describiéndolo como su «cordón umbilical con la historia y la realidad», fué también un excelente narrador y le enseñó, por ejemplo, a consultar frecuentemente el diccionario, lo llevaba al circo cada año y fué el primero en introducir a su nieto en el «milagro» del hielo, que se encontraba en la tienda de la United Fruit Company. Frecuentemente decía: «Tú no sabes lo que pesa un muerto», refiriéndose así a que no había mayor carga que la de haber matado a un hombre, lección que García Márquez más tarde incorporaría en sus novelas.
Su abuela, Tranquilina Iguarán Cotes, era de origen gallego, así lo manifestó el propio Gabo en diferentes ocasiones, a quien García Márquez llama la abuela Mina y describe como «una mujer imaginativa y supersticiosa» que llenaba la casa con historias de fantasmas, premoniciones, augurios y signos, fué de tanta influencia en García Márquez como su marido e incluso es señalada por el escritor como su primera y principal influencia literaria, pues le inspiró la original forma en que ella trataba lo extraordinario como algo perfectamente natural cuando contaba historias y sin importar cuán fantásticos o improbables fueran sus relatos, siempre los refería como si fueran una verdad irrefutable.
El propio escritor, tendría manifestado en una entrevista en 1983 al periódico español El País que: “Surgió mi interés de descifrar su ascendencia, y buscando la suya encontré la mía en los verdes frenéticos de mayo hasta el mar y las lluvias feraces y los vientos eternos de los campos de Galicia. Sólo entonces entendí de dónde había sacado la abuela aquella credulidad que le permitía vivir en un mundo sobrenatural donde todo era posible, donde las explicaciones racionales carecían por completo de validez”. Además del estilo, la abuela Mina inspiró también el personaje de Úrsula Iguarán que, unos treinta años más tarde, su nieto usaría en Cien años de soledad, su novela más popular, en la que lo fantástico y lo real se combinan en un mundo ricamente compuesto de imaginación, lo que refleja la vida y los conflictos de un continente y por la que en 1982 recibió el Premio Nobel de literatura.
Autor:
Luis Angel Martinez Angel
DEFENSOR PÚBLICO
Colaborador autorizado
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