Este fin de semana, en el que el país se encuentra en cuarentena por motivo del Covid-19; después de 13 meses, en el que miles de empresas se quebraron y millones de colombianos perdieron su empleo, por lo que tuvieron que izar un trapo rojo en sus viviendas, no porque fueran simpatizantes del partido liberal, sino, como señal de que no tenían nada que comer, el gobierno nacional radicó ante el Congreso de la República, la tan esperada Reforma Tributaria.
Dicha Reforma Tributaria, “Por medio de la cual se consolida una infraestructura de equidad fiscalmente sostenible para fortalecer la política de erradicación de la pobreza, a través de la redefinición de la regla fiscal, el fortalecimiento y focalización del gasto social y la redistribución de cargas tributarias y ambientales con criterios de solidaridad y que permitan atender los efectos generados por la pandemia y se dictan otras disposiciones”, afectará, entre otros sectores, a los trabajadores activos, por cuanto a partir del año 2022, quienes devenguen más de $ 2.400.000, deberán declarar renta y para el año 2024, lo deberán hacer quienes devenguen más de $ 1.600.000, y también afectará a los pensionados, sector al
que ninguna Reforma Tributaria los había afectado.
En relación con la naturaleza del cargo de los congresistas, quienes serán los encargados en los próximos días de debatir este proyecto de ley, el artículo 133 de la Constitución Política advierte que “Los miembros de cuerpos colegiados de elección directa representan al pueblo, y deberán actuar consultando la justicia y el bien común. (...) El elegido es responsable políticamente ante la sociedad y frente a sus electores del cumplimiento de las obligaciones propias de su investidura”. De acuerdo con lo anterior, los temores que tienen los colombianos de que este proyecto sea aprobado por el Congreso deberían ser infundados, por cuanto esta Reforma Tributaria no es justa y no consulta el bien común, aprobarla, en este momento en el que millones de personas no tienen que comer, sería tanto como obligar a un anémico a donar sangre.
Ahora, que este mandato constitucional se cumpla, depende de los ciudadanos, quienes hoy cuentan con muchos medios de comunicación al alcance de su mano, a través de los cuales podrán seguir la transmisión de las sesiones del Congreso, en las que se debatirá el proyecto de la Reforma Tributaria, y el próximo mes de marzo, en el que se elegirán a los congresistas, podrán reelegir a los que hayan votado negativamente este proyecto, podrán negarle el voto a los que lo hayan aprobado, o podrá esta, ser la oportunidad que tanto se ha esperado en el país, de llevar al Congreso verdaderos líderes sociales que representen al pueblo.
Autor:
Luis Angel Martinez Angel
DEFENSOR PÚBLICO
Colaborador autorizado
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