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En VIDA.......

Actualizado: 26 ene


En vida, como debe ser, quiero, humildemente, hacerle un homenaje al escritor vivo más importante de nuestro departamento (Valle del Cauca), a uno de los más importantes del país y a quien será clásico dentro de la literatura universal contemporánea, Gustavo Álvarez Gardeazábal, quien nació en Tuluá, Valle del Cauca, el 31 de octubre de 1945; autor de la obra estudiada internacionalmente “Cóndores no entierran todos los días”.


Hizo estudios de pregrado en la Pontificia Universidad Bolivariana de Medellín en la carrera de Ingeniería Química que luego abandonó. En 1964 cursó un trimestre en St. Michael's College en Vermont, Estados Unidos con énfasis en el idioma inglés, para luego matricularse en la Facultad de Letras e Historia en la Universidad del Valle donde obtuvo su licenciatura el 19 de junio de 1970, con la tesis "La novela de la violencia en Colombia", bajo la tutoría de William Langford, profesor de la Universidad de Notre Dame en Indiana.


En la Universidad del Valle, tuvo como compañeros de estudios al periodista y fotógrafo Andrés Hurtado García, al poeta Harold Alvarado Tenorio y a Carmiña Navia. Hurtado García se doctoró en 1976 en la Universidad Complutense de Madrid, con una tesis de grado titulada: "La novelística de la violencia en Gustavo Álvarez Gardeazábal". Luego de graduarse, Álvarez Gardeazábal enseñó literatura por dos años en la Universidad de Nariño en San Juan de Pasto y entre 1972 hasta 1980 en la Universidad del Valle.


Viviendo en Pasto, escribe su obra más reconocida y estudiada internacionalmente Cóndores no entierran todos los días en 1972, que recibió el elogio del Nobel guatemalteco Miguel Ángel Asturias y de intelectuales como James D. Brown y Jacques Gilard. Durante su vinculación con la Universidad del Valle, primero como estudiante y luego como docente, fué el promotor principal para invitar al claustro a figuras literarias de importancia internacional como Juan Rulfo, Jorge Edwards, Clarice Lispector, Fernando Alegría, Mario Vargas Llosa, Manuel Puig y Camilo José Cela, entre otros.


Reconocido ampliamente por su faceta de escritor, ha publicado numerosos libros y más de mil artículos y/o ensayos. Su novela más reconocida es Cóndores no entierran todos los días, en la cual describe la violencia del país en mitad del siglo XX. Ganadora del Premio Anacor, fué llevada al cine por Francisco Norden.


En 1984, ganó la prestigiosa beca de la Fundación John Simon Guggenheim por su contribución y creatividad literaria de ficción, que lo llevó de nuevo por un período a los Estados Unidos. En ese tiempo vivió en Ithaca, Nueva York donde inició la novela "El Divino" y fué invitado a hacer presentaciones de su obra en prestigiosas universidades de los Estados Unidos. Por varios años ha colaborado con una columna regular de análisis y crítica en el periódico "El Colombiano" de Medellín. Su trabajo periodístico, tanto escrito como radial, se ha caracterizado por su independencia de criterio, su afán en la verificación de las fuentes y su osadía permanente en llamar por su nombre los casos de abuso de poder, despilfarro o corrupción oficial.


Su obra está referida a los temas de la violencia en Colombia, el fetichismo de la religión, la corrupción de los gamonales o caciques y en general al conflicto social. Pero también menciona pasajes que suceden en la intimidad y las indiscreciones sexuales de sus personajes en ocasiones jocosas y hasta ridículas.


La estructura moderna de la novela y el lenguaje depurado le han ganado amplia aceptación. Como licenciado en Letras de la Universidad del Valle, su alma máter le concedió a Gardeazábal el título de doctor honoris causa en Literatura, el 14 de mayo de 2011, en una ceremonia llevada a cabo en la ciudad de Buga.


Autor:


Luis Angel Martinez Angel

DEFENSOR PÚBLICO

Colaborador autorizado



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