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"ESPUELAZO" al juego de gallos


Hace unas semanas, en el Congreso de la República fué radicado un proyecto de ley que busca prohibir las peleas de gallos en el país. Esta iniciativa ha sido impulsada por la senadora Esmeralda Hernández y la representante a la Cámara María del Mar Pizarro, ambas congresistas del Pacto Histórico, y quienes argumentan que esta actividad incurre en maltrato animal contra un ser vivo, contrario a lo que se establece en la Ley 84 de 1989.


El proyecto, que busca prohibir este tipo de espectáculos con el uso de animales, señala que en el caso de las peleas de gallos, los animales son expuestos a procesos de maltrato antes y durante la actividad, pues en muchos casos los animales son mutilados, se les quita la cresta y la barbilla; y durante el espectáculo son expuestos a lesiones tan graves que les pueden generar hasta la pérdida de los ojos.


Esta propuesta generó el rechazo de asociaciones de galleros de todo el país, quienes argumentan que prohibir las galleras afectaría las finanzas de miles de familias que se ganan la vida en ese oficio. “Desde Bogotá nos quieren prohibir algo que para muchas personas es tradición. Las galleras han sido el motor de la economía en muchas regiones, con eso hemos podido sacar a muchos muchachos adelante, este proyecto nos genera un alto nivel de preocupación debido a que muchas personas que trabajan en este sector se quedarían si ocupación y son personas que mayormente no saben otro oficio”, señaló Campo Elías Manotas, presidente de La Federación Nacional de la Gallística en Colombia -Fenagaco-.


Y es que, según datos de la Fenagaco, el mayor porcentaje de las personas que trabajan en esto de la gallística, son personas de estrato 1 y 2, que tienen más de 40 años y que, de ser prohibido este tipo de actividades, más de 180 mil personas serían desplazadas a condiciones de pobreza, por cuanto no están capacitadas en otro tipo de oficios. Por esta razón, galleros de la Guajira, Valle del Cauca, Pasto, Cúcuta, entre otras regiones, se reunieron el pasado 10 de octubre en la Plaza de Bolívar, de Bogotá, en contra de esta prohibición, exponiendo que esta es una actividad que le genera cerca de $4 billones anuales para la economía del país.


Desde hace varios años en el país, integrantes de partidos y movimientos políticos, en una actitud hipócrita, han venido presentando proyectos de ley tendientes a prohibir prácticas ancestrales y culturales, por lo que en varias oportunidades la Corte Constitucional se ha opuesto, como las: corridas de toros, novilladas, peleas de gallos, “dizque” porque les duele el sufrimiento de los animales, pero no les duele el sufrimiento de miles de niños que en los semáforos del país, semidesnudos, descalzos, hambrientos y desescolarizados, deambulan todo el día mendigando comida o limpiando parabrisas para ganarse una moneda, con la que han de ayudar a su madre y a sus hermanitos.


Tampoco les importa la situación de cientos de niñas a las que en varias regiones del país les practican la ablación, que consiste en la mutilación genital femenina, dicho de otra manera, es el corte del clítoris con una cuchilla que le hacen a las mujeres indígenas y que entre el año 2005 al 2020, según reporte entregado por el Hospital de San Rafael de Pueblo Rico, se han practicado 141 casos y en el 2007, en el mismo municipio, murieron dos niñas por infecciones provocadas por este procedimiento. De seguir hilando tan fino, dentro de poco se propondrá prohibir la pesca tradicional, por el dolor que se le produce al pez, cuando se le atraviesa la boca, con un gancho metálico puntiagudo, comúnmente conocido como anzuelo.


Autor:


Luis Angel Martinez Angel

DEFENSOR PÚBLICO

Colaborador autorizado



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